Sentado sobre una roca, paso un rato fantástico intentando capturar la belleza del sitio.
No lo consigo; dibujar paisaje es todo un arte.
Ante tan majestuosa y rica vista, y a falta de más práctica, resulta difícil priorizar.
El ibón es como un pequeño mar de aguas del deshielo, a 2000 metros de altura.
Lápiz sobre Moleskine a4 de 160gr. Más tarde lo intenté acuarelar, pero no es buen papel para acuarela. Pincel de tinta china. |
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